lunes, 10 de marzo de 2008

Valoración de las elecciones generales

Cuatro años más, se podría resumir la jornada del 9-M, aunque es quedarse muy corto. El Partido Socialista Obrero Español ha ganado las elecciones, ha resistido al acoso y derribo del Conglomerado Conservador, y lo que es más importante: las reformas sociales han ganado las elecciones y nadie las va a poder eliminar.

Se acabó. Las mentiras han perdido las elecciones: ni presidente por accidente, ni participación anormal, ni España destruida, ni nacionalismos crecidos. ¿AdioZ? ¡No! Esto es un ¡otra veZ!
Ha perdido la derecha y el nacionalismo. El Partido Popular ha visto imposible que sus ansías destructivas por alcanzar el poder le hayan servido de algo: las manifestaciones masivas, la crispación, la mentira y la confrontación le han hecho sólo mantener sus resultado anterior. Mentir no le ayuda a ganar, odiar no le ayuda a ganar. Los nacionalistas que han llevado a cabo una política de mercadeo, como Coalición Canaria, o de planteamientos secesionistas, como PNV, EA y ERC, se han visto seriamente mermados: el nacionalismo ha perdido porque sus partidos no se ocupan de sus problemas. En cambio, sólo saben hablar de naciones de dudosa existencia histórica.

Andalucía, Cataluña, Euskadi…son el gran avance del socialismo español. Castilla, la patria de la derecha. El socialismo ha vuelto a sus posiciones de 1982 en Cataluña, ha superado al PNV en Euskadi y ha tumbado muy seriamente el intento de Ibarretxe de presentarse como un salvapatrias.

El Parlamento resultante verá un bipartidismo más visible que en otras legislaturas de la democracia: 322 escaños de 350 serán de los dos grandes. La vorágine electoral se ha llevado por delante votos de los pequeños para beneficio, sobre todo, del PSOE: el PP inspira miedo y temor a la mayoría de la sociedad española, y su vuelta al poder es visto como un "no debe". De momento.

Para mí, lo más dramático ha sido la caída de IU hasta dos diputados. Su desplome viene de diversas causas:
-Lo más grave es la absurda ley electoral que beneficia tanto a PSOE como PP en perjuicio de los partidos pequeños de implantación nacional. Los partidos nacionalistas les corresponden lo que les corresponden.
-La absorción de voto de sus electores por parte del PSOE, bien por ofrecer un programa más coherente, bien por voto útil, bien por los deméritos de IU estos cuatro años.
-La división interna y la guerra declarada del sector contrario a Llamazares. Cuanto menos tienen, más se pelean.
-La crisis de Valencia y la presentación de dos listas, con un resultado previsible: ningún escaño.

El miedo. El miedo a la derecha, el miedo a su reacción, el miedo a los recortes sociales. Esta derecha en el poder hubiera sido algo muy negativo a la política. Aún guardan un sentimiento de revancha por el 2004. Esperemos que se calmen y el 2008 sea su cambio de ciclo a la conversión en algo parecido a la derecha francesa, británica o alemana.

Cuatro años más para Zapatero es el alivio de muchos, y la desgracia para unos pocos. Pero es el triunfo y consolidación del reformismo de la socialdemocracia española. Y para que no sea irreversible, vamos por buen camino. 2012 será un año en el que seguiremos viviendo en una España mejor. El ciclo del 2004 no ha terminado, y aún queda mucho por hacer. Primero, salvarnos lo máximo posible de la crisis capitalista mundial. Segundo, dar soluciones a los jóvenes en el empleo y en la vivienda. Tercero, acabar con el terrorismo. Y cuarto, la construcción del Estado del Bienestar.

No hay comentarios: